martes, febrero 19, 2008

Hip Hop con Z (Para Revista Infame)

Fenómeno español en Chile

Hip hop con Z

Un marcado acento español, líricas que se entienden y métrica que ha evolucionado por sobre el resto de los hispanohablantes. El rap español, en especial el sevillano, conquistó a los chilenos y, hoy más que nunca, se niega a desaparecer.

Por Constanza Martínez

A fines de los años noventa, se empiezan a escuchar grupos provenientes del otro lado del gran charco. Nuevos sonidos calan hondo en la cultura nacional. Ya sea el contenido, lo sensual del acento o la métrica, cautiva a los chilenos y a partir de entonces, se produce un auge que no se detiene hasta nuestros días. Es que, en España, hubo más medios para lograr un buen sonido, la misma gente estuvo más unida y apoyó constantemente a sus grupos y mc’s. Sumado a todo ello, que intentan reforzar su nivel internacionalmente

Por un tiempo se llegó a pensar que, en Chile, estaba en retirada. La mayoría de los que en algún momento imitaron a los españoles, hoy tomaban su identidad en un estilo propio. Y esa masa de seguidores se diversificó, dejando atrás la moda. Sólo un grupo se mantuvo vigente por sobre la aparición de otros estilos. En contra lo pensado, el fenómeno español no se acaba y en cada concierto de este tipo queda de manifiesto que hip hop español tenemos para rato.

Así empezó…

Si buscamos descifrar el porqué el rap español se transforma en un fenómeno en Chile, debemos partir desde su origen y repasar su historia. A pesar de que ambas se inician casi en paralelo, España toma claramente la delantera, luego que en 1989, al salir a la luz el disco “Madrid hip hop”, bajo el sello independiente Troya se transforma en todo un éxito y produce el interés de las multinacionales, a las cuales es necesario dejar en claro hasta que punto pueden inmiscuirse.

El Club de los Poetas Violentos (CPV), viene a ser el hito que separa en un antes y un después el hip hop español. Yo gano, el sello nacido en el año 95 y capitaneado por el aficionado al hip hop, Sergio Aguilar, saca a la luz el disco “Madrid Zona Bruta” que se transforma en el triunfo para un país completo. Ahora España ve más allá de la línea del horizonte en sus costas. Al igual que Colón, lanza su mirada al nuevo continente y cual caballero en busca de hidalguía, se lanza a la conquista de un pueblo que en un futuro, no muy lejano, se convertiría en sus más fervientes seguidores.

Discos que comienzan a correr de mano en mano, fue el elemento fundamental para dar a conocer este nuevo estilo dentro del hip hop. Sin duda, la Internet fue la excusa perfecta para que se expandiera de manera explosiva. Disqueras alternativas importaban el material español, el cual cada vez era más requerido. 7 notas 7 colores, CPV y Ari, considerados por la mayoría como los más connotados de la época, fueron los que dieron el primer paso al llegar al último país del mundo. Aquellos que abrieron las puertas a toda la gama de grupos y mc’s que buscarían en Chile espacio para desarrollar su música.

Fenómeno en pesos

En el año 2000, un entusiasta público presencia a uno de sus ídolos del momento, Mucho Muchacho. Poco importó la interminable fila de la entrada, o tener que despojarse de plumones y otros elementos. El show valió la pena, la efervescencia llevó incluso a una falsa promesa e ilusión de un concierto gratuito para aquel verano, en forma de retribución, por el cariño y respeto entregado aquella noche.

En Septiembre del mismo año, Ari y parte de CPV arrasaron con las expectativas. Tres años después, la doble presentación de Violadores del Verso (Doble V) en la sala SCD, como parte del Festival Rock en Ñ, más los conciertos en el Barrio Bellavista y Gimnasio Municipal de Pudahuel. Demuestran que el fenómeno español es sinónimo de pesos y las productoras sacaron provecho. Sólo en el año 2004, más de cuatro grupos hispanos visitaron nuestro país.

Conciertos que avalan calidad

El 2004 es el apogeo hispano en Chile. Frank-t abriría la jornada en el Teatro Providencia, repletando el lugar y sobrepasando las perspectivas de los organizadores. Al tiempo, Shotta, Niko, Buda, por un lado y SFDK, por otro. Aunque el primer concierto no logró llenar ni la mitad del recinto (Estadio Víctor Jara) el segundo día se conseguiría, con más de 5 mil asistentes. Los sevillanos, SFDK, también se presentaron, en esa oportunidad, en Temuco e Iquique. El Tech Fest se encargaría de traer por segunda vez a Ari, sin embargo, ni la difusión, ni el atractivo de las jornadas que le antecedieron, convenció al público para que asistiera al Museo Histórico Militar esa lluviosa noche de junio.

La Mala Rodríguez, junto a Solo los Solo y Dj. Craze, entre otros, se presentó en mayo (14) del 2005. La Estación Mapocho, pese a la polémica producida por el grupo nacional Legua York, se repletó alcanzando un número aproximado de ocho mil asistentes. No necesariamente raperos. El concierto de Nach Scratch, vino a cerrar el año 2005. Uno de los artistas más esperados, consiguió repletar el teatro Caupolicán. Aun así, no logró satisfacer a los fanáticos, en quienes quedó la impresión de un artista débil en el escenario al cual Arma Blanca, sobrepasó la mayoría del tiempo.

Este año, los eventos españoles han tardado, sin embargo, llegaron en masa. SFDK se presentó en la Estación Mapocho, el 27 de mayo, junto al norteamericano, Guru. El show montado fue notable y dejó atrás con creses la anterior presentación. Por su parte, Juaninacka, Shotta y ToteKing, aterrizarán el 8 de julio en el, ya clásico, Teatro Caupolicán. Mientras estos conciertos siguen repletando recintos, los nacionales, siguen esperando sustentarse con los limitados asistentes.

Desventaja Nacional

Mientras los españoles llenaban recintos, los nacionales se debilitaban por la falta, tanto de apoyo, como de público dispuesto a pagar cifras mucho inferiores a las internacionales. Eventos que bordean entre los mil y tres mil pesos, difícilmente logran un llenado, siquiera parcial. El resto, muchas veces, lo hace con asistentes heterogéneos, en que no son protagonistas los raperos, sin referirnos a esto como algo negativo.

Lejos de culpabilizar a unos u otro, el problema es más profundo y requiere de un análisis y mea culpa de las partes. Por un lado, los asistentes se acostumbraron al compadrazgo que les permite hasta hoy en día entrar en forma liberada a diversos lugares. Además, los eventos no alcanzan el nivel de lo que se presenta sobre el escenario por la mayoría de los extranjeros.

Sí, el talento está, pero en bruto. Los productores escasean, porque la mayoría quieren ser reconocidos sobre el escenario, quedando a la deriva la calidad de los artistas y su trabajo. Faltan, también los recursos y las inversiones que permitan hacer eventos a nivel internacional, lo que permitiría dar una imagen al exterior mucho más potente de lo que se realiza en Chile. Sin contar con el apoyo especializado de los medios, con revistas, programas radiales y televisivos, entre otros, como imagen visible del nivel alcanzado. Pero sobre todo, es necesario apartar los conflictos personales, que sólo aplastan a un movimiento que tiene mucho que demostrar.

Sevilla jarkor

Cuando parte el hip hop en España, Sevilla se destaca por la unión de sus integrantes. Colegas, de otras ciudades, reconocen esto al momento de explicar la delantera que les llevó por años el rap de este sector de la península ibérica. Por este motivo, también, desarrollan con mayor fuerza su música al punto de seducir seguidores internacionalmente.

Chile se deja encantar por el marcado acento de esa región de España, el cual no tratan de esconder y que, según la prensa española, le dan ese rasgo de identidad sin oportunismo. Además de instrumentales que calzan perfecto con la métrica de cada rima, todo redondeado con la producción de cada uno de los temas.

Durante un tiempo importante, el sonido español fue el referente para un gran número de raperos nacionales. Hasta ahora se escuchan grupos y mc’s que parecieran haber sido importados. Es que en Sevilla nace el jarkor, un rap agresivo, como una descarga de sentimientos y pensamientos, lo cual llama la atención de los jóvenes que sienten que tienen “algo que gritarle a la sociedad”. Sin embargo, la mayoría ha logrado tomar su propia identidad y ha alcanzado su estilo.

Rap español, no para

Hip hop español hay para rato. Desde Sevilla, lo que fue la Alta Escuela, sigue sorprendiendo con sus producciones en solitario. Juaninacka y ToteKing, que pronto estarán presentándose en Chile, lanzan este año sus respectivas producciones, “Luces de Neón” y “Un tipo cualquiera”. De los cuales la crítica ya se ha encargado una vez más de enaltecer.

La gran sorpresa la dio SFDK, quienes logran desprenderse definitivamente de los sellos y crear su propia empresa SFDK Records, en el cual además de haber trabajado su última producción “2005”, fichan a importantes artistas. Jesuly, destacado en la escena hip hop, es una de las cartas de este nuevo sello independiente, con el largaduración “De Oro” (marzo 2006).

Y si de escuchar algo diferente se trata, aparece desde Asturias, Aktibistaz, con su disco “Tiempos de Guerra” (2005) dejan claro que en España no todo está escrito. Un sonido fresco, con influencias de la costa, expone un rap más entonado, que extrañamente suena a chileno. 22 cortes que reúnen diversos temas de lo acontecido durante el 2003 y 2004, para finalizar en una producción que según su propio mc, es lo que se escuchará más adelante en España y, por qué no, en Chile.

A pesar de que en algún momento Sevilla marcó la pauta, hoy en día los límites se estrechan y otras regiones logran sobresalir. España sigue destacando, pero además, hay quienes innovan con sonidos y rimas, siempre manteniendo la producción por la que se han dado a conocer en el mundo entero. La gente se cansó de escuchar lo mismo y ante la búsqueda, los hispanos responden con más rap. Es que el hip hop español ha dejado en claro que vino para quedarse y esto que pareció acabar, en realidad, recién comienza.

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