martes, febrero 19, 2008

Reportaje Frente Polisario

El pueblo Saharaui y su lucha por la libertad


Una Guerra Olvidada: “El Frente POLISARIO”


Fueron expulsados al desierto, despojados de sus propiedades y obligados a vivir en una eterna guerra, bajo el prejuicio del terrorismo.

Ante la dominación de España, el pueblo Saharaui, no estuvo tranquilo. Ya después de mil novecientos cincuenta y ocho, realizaban manifestaciones con el afán de recuperar su territorio. Fueron diez años más tarde, cuando la lucha se vuelve organizada con la creación del Movimiento para la Liberación del Sahara. El país hispano no tardaría en reaccionar, masacraron y disolvieron al grupo manifestante, se habló de 40 muertos. El sueño por la Independencia toma matices grises, los saharauis deciden armarse y luchar. Nace de esta forma el Frente POLISARIO.

Nace el Frente POLISARIO


Luego que España decidiera abandonar las tierras del Sahara Occidental, fue Marruecos y Mauritania quienes ocuparon su lugar. La gran mayoría de los saharauis tuvo que migrar. Por otro lado, hubo un grupo que se armó y resistieron la invasión, con la eterna esperanza de recuperar las regiones de Hamra y Río de Oro, las que principalmente ocupaban. Ese grupo nacido en 1973, se denominó Congreso Constitutivo para el Frente Popular para la Liberación de Seguia el Hamra y Río de Oro, más conocido como el FRENTE POLISARIO.


El apoyo de Libia y Argelia significan al pueblo Saharaui la militarización de los soldados que llevarán al Frente POLISARIO a controlar las tres cuartas partes del Sahara Occidental, hasta 1991. El historiador Diego Aguirre indica que “El Frente contó con el apoyo de Libia y Argelia, de las que recibía asesoramiento militar. La enconada resistencia saharaui hizo que, en los primeros años del conflicto, llegasen a controlar las tres cuartas partes del territorio y que Mauritania renunciase a sus pretensiones.” Fue la mediación de la ONU, que ofrecería cuatro alternativas en pos de la paz del territorio. Se lograría el alto al fuego por algún tiempo, sin embargo, la posición de Marruecos es más fuerte y con el inminente apoyo de Estados Unidos, la lucha armada, al límite del terrorismo, continúa.


Aún en campamentos, el pueblo Saharaui debe organizarse y sustentar a su gente. El Frente POLISARIO se dedica no sólo a la lucha armada, sino también a distribuir alimentos, asistencia médica, construcción de escuelas y hospitales, alfabetización y preparar al pueblo agrícolamente, para su futura vida, esta vez, en libertad.

Posición Internacional


El pueblo Saharaui tendría el rechazo de gran parte de las naciones en el mundo. Su constitución en una época en que el socialismo es mal mirado y, principalmente, al no tener el sustento de Estados Unidos, los convertiría en los malos de la película. Nadie se atrevería a averiguar que hay tras la falta de apoyo, ante esta comunidad cuyas tierras extirpadas representaban un rentable medio para sus adversarios.


Francia, Estados Unidos e Inglaterra aluden a que la anexión definitiva del Sahara Occidental a Marruecos, mantendría la estabilidad en la zona, confirmando así el Plan Baker. Se suma a esta idea Camerún y Guinea. Es claro que para todos ellos significa un mantenimiento o alza en el área de intereses, que principalmente se basa en el preciado oro negro, el petróleo. Así también como las minas de fosfato y los bancos de pesca. Con ello Marruecos se ve en la obligación de atacar al pueblo Saharaui, por otra parte, ellos se ven en obligados a defenderse. En una carta enviada por el presidente de la Nación Democrática del Sahara, a la Unión Europea, este indica “Los graves acontecimientos que han tenido por escenario los territorios ocupados del Sahara Occidental han engendrado una represión feroz e indiscriminada contra poblaciones civiles saharauis indefensas”, que tenían como “único pecado el manifestarse pacíficamente para reivindicar el respeto del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, y su derecho a la libertad de opinión y de movimiento”.

Guerra Santa


Al hablar de la guerra del Sahara debemos profundizar un poco y llegaremos al punto en que no sólo hablamos de una guerra de intereses, sino además una cruzada: el hispanismo, por ende el cristianismo y el Islam se enfrentan en una nueva Guerra Santa bajo otros parámetros, es cierto, pero la finalidad de vencer el mal y asimismo de “civilizar” a aquellos que se encuentran por el mal camino es lo fundamental para ambas partes. Juan Poblete, profesor de hostoria, en la Universidad de Santiago de Chile, cuenta al respecto “En consecuencia, al mismo tiempo que son los saharauis lo que han continuado predicando el Dyihad contra los conquistadores en los países vecinos como Marruecos y Mauritania e intentando galvanizar a sus pueblos, el Sahara Occidental fue incontestablemente una base de partida y de refugio a la resistencia anticolonial, su pueblo soportara enorme tributo por su oposición al colonialismo. De ahí, la brutalidad de la respuesta de las fuerzas coloniales que ha sido el genocidio sistemático contra la población, su persecución.”


La guerra que actualmente se lleva es silenciosa. Ni el F. POLISARIO ni otra fuerza armada puede combatir. La lucha más grande es contra la pobreza de una tierra destruida, de sueño deshechos, de enfermedades que los hospitales organizados precariamente no son capaces de cubrir. Educación que no alcanza un nivel básico y la enseñanza de agricultura a adultos que se encuentran en pleno desierto. Sin ni siquiera hablar de la desnutrición, principal causa de muerte en el Tercer Mundo. Rosa Meneses Aranda, Periodista de EL MUNDO y colaboradora del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), en Madrid señala con respecto a este tema que “la pobreza aumenta (casi el 20% de los marroquíes viven hoy por debajo del umbral de pobreza, cifra que en 1991 era del 13%) mientras su monarca posee una fortuna personal calculada en 86.000 millones de pesetas. Frente a un régimen obsoleto y que no garantiza el bienestar de sus ciudadanos, la democracia será la mejor arma en el exterior del Frente Polisario.“

Marruecos


Marruecos supo debilitar a su enemigo y, ante todo, lo enfrentó consigo mismo y destruyó lo que en su inicio parecía ser la mayor fortaleza: la organización de la gente del Sahara. Los desunió, ya que actualmente hay más de cinco campamentos repartidos entre Argelia y Marruecos, entre medio más de doscientos mil marroquíes esperan el Referéndum para botar a favor de su país y con ello dividir definitivamente a los saharauis. Poblete opina al respecto ”Marruecos es quien, después de haberlos aceptado, rechaza los acuerdos de 1990-1991 y 1997 y ahora pretende que se anulen para llegar a otro “nuevo acuerdo” más favorable a sus intereses. Estados Unidos, en tanto pretende que “se consiga” un nuevo “acuerdo” está apoyando la posición marroquí.”


¿Quién es el verdadero beneficiado con una posible solución de anexión de territorio?


Por una parte, Marruecos se quedaría con miles de riquezas que ya sin restricciones de ningún tipo podría ofrecer a otras naciones. Los ingresos aumentarían para ellos y su gente. Así también se puede plantear que esta anexión beneficiaría a los saharauis, ya que con mayores riquezas existe la posibilidad de poder abastecer de mayor y mejor forma a los campamentos que en estos momentos se encuentran en extrema pobreza. También cabe la posibilidad de que Marruecos se olvide definitivamente de este pueblo nómada y queden a la deriva y ya sin nada con que sostenerse (recursos), tiendan a desaparecer ante las enfermedades y pobreza que los aqueja en la actualidad. Según Meneses en un acuerdo tripartito entre Argelia, el Frente POLISARIO y Marruecos “la entrega del Sáhara estabilizaría a Marruecos interiormente y daría seguridad en los intereses del pueblo Saharaui”

30 años en una Guerra Fantasma


Son más de treinta años en que el Sahara se encuentra en guerra y nosotros parecemos habernos acostumbrado a que el Tercer Mundo viva en constante conflicto armado, hambruna e ignorancia. Ya forma parte del paisaje y, por ende, ya a nadie le causa extrañeza las precarias condiciones en las que se vive, la injusta situación de que a un pueblo completo lo despojen de sus tierras y los envíen al desierto, sólo porque hay una nación con un poco más de poder que decide quedarse con sus recursos naturales. Ambición que hoy está matando a miles de niños y adultos, por desnutrición, por enfermedades, etc.


No se avizora una solución, la ONU intenta mediar, pero sin quedar mal con nadie. Además, lejos de ser un organismo independiente, vela principalmente por los intereses de Estados Unidos, por tanto, mientras este apoye a Marruecos es difícil que la solución sea en beneficio de los saharauis. En un comunicado de amnistía internacional se apela con respecto a los presos políticos del pueblo marroquí en el Sahara que no pueden “seguir manteniendo recluidos a estos hombres más de 10 años después de la declaración de cese el fuego” ya que “constituye un abuso grave de su derecho a la integridad física y mental”. Sin embargo, no se da un comunicado que intente respaldar al pueblo del Sahara, recalcando al mundo la imagen de terroristas y violadores de derechos humanos.


Así se sigue prolongando una guerra que queda en el olvido, se siguen violando acuerdos que fueron firmados y se sigue privando la libertad a un pueblo completo. Un representante del pueblo Saharaui señala “Apelamos a la comunidad internacional a que impida que dure más tiempo esta falsificación que pisotea la ley y trata de consagrar la injusticia que suponen más de 25 años de ocupación ilegal del Sahara Occidental. Apelamos al mundo entero a denunciar la repetición de una historia que ya en 1975 expolió al pueblo saharaui de su derecho legítimo a la libertad y a la independencia en vísperas del referéndum de autodeterminación. Pedimos a todos aquellos que se preocupan por el derecho y la justicia que denuncien con nosotros el vergonzoso juego de Marruecos y de su aliado, Francia, y que salven la legitimidad internacional y la paz mientras estemos a tiempo.”

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