miércoles, septiembre 27, 2006

"El Invitado"

"El Invitado"
Juan Radrigán
Estructura y Construcción dramática general del texto


El invitado, de Juan Rodrigán, es un drama perteneciente al género del teatro del absurdo, cuyo icono es Beckett. Está formulada en un acto y una escena, a través de dos personajes, marido y mujer: Sara y Pedro. Estos durante la obra interactúan con el público reconociéndose sobre el escenario y utilizando recursos del teatro clown, que a pesar de que causan risa en momentos, tienen una fuerte crítica y carga social acuestas.

El tema central de la obra es la miseria, la cual se reforzó una vez que se instaló en su hogar “el invitado”, que nunca fue oficialmente invitado por la pareja. Este, les quitó lo poco que habían logrado construir y tener, en silencio y con tranquilidad los llevó a lo más bajo y ruin de sus vidas, al punto de que alquilarles lo último que les pertenecía, la intimidad, se llevó también consigo el amor.

En la obra aparecen dos personajes –Sara y Pedro- un matrimonio que se encuentra abatido por la pobreza y, más aún, por la miseria, la cual tiene que ver con algo más allá de lo material. Son personajes que se van mostrando desde adentro, a partir de sus propios conflictos, para terminar buscando en los asistentes la solución, que los lleve a volver a ser lo que alguna vez fueron. Radrigán hace una sutil distinción entre pobreza y miseria, ya que esta pareja antes que se instalara en sus vidas el invitado, ya eran pobres, sin embargo eran felices y se desempeñaban en labores en las cuales se sentían útiles e importantes. Sin embargo, ahora “sobreviven” con las sobra de la sociedad, siendo los payasos de quienes pueden pagar por su show de indigencia y marginalidad. Ahora son iguales a tantos otros, que apenas representan un número en las cifras de cesantía, pobreza, etc.

En “El Invitado”, por tener una sola escena, los acontecimientos se van presentando a través de recuerdos de los únicos personajes presentes durante la obra. Los personajes tienen racconto que los lleva al trasfondo de sus vidas e historias personales, para entender su situación actual. Durante toda la obra se mantiene un clima de tensión, producido por la serie de cuestionamientos que van surgiendo sobre el escenario y ante los cuales no existen respuestas claras.

La introducción al tema está dada por la inquietud de estos personajes que llegan a buscar respuestas. Se saben desconocidos para quienes están al otro lado del escenario, por eso se presentan ellos y sus miserables historias. De cierta forma, también ponen un espejo hacia el público, dándoles a conocer su indiferencia ante estos seres que están por todos lados y que no somos capaces de ver. Unos versos al inicio, muestran la inercia de quienes se dejan abatir por la miseria y cómo para todos parece tan común que suceda.

El conflicto está dado con ellos mismos. Se muestra un problema social: la pobreza y marginalidad. Sin embargo, lo que destaca es el problema que les produce dejarse abatir por la miseria que se instaló junto al invitado. Los martiriza la idea de no poder vivir y estarse entregando poco a poco a la muerte sin hacer nada por evitarlo. La tranquilidad de quienes los rodean también los afecta. Si otros se acostumbraron a vivir con el invitado, entonces ellos quieren ser como ellos. No hay opción frente a este ser que se instaló aparentemente para siempre.

El clímax se produce cuando se comienza a relatar y a cuestionar el porqué están ahí. Pedro decide partir del principio, de cómo llegó al mundo y quién es y luego invita a Sara a que haga lo mismo. En ese momento, se echa una mirada a la vida de cada uno por separado y a lo que han vivido juntos. Termina luego que cuentan la historia del momento en que se conocieron, y nuevamente toman conciencia de su miserable realidad, que ni siquiera es comparable con su antigua pobreza. Luego, vuelven a lo que los ha llevado ahí: Cuestionarse sobre el invitado.

El desenlace comienza cuando luego de contar sus historias, toman conciencia de su realidad. Vuelve a surgir el asunto que los ha llevado a enfrentarse a la gente. Se afrontan primero a ellos mismos, se culpan, pero el invitado ya está y sus vidas no son como antes, entonces hay que buscar soluciones. Son estas respuestas las que se supone que tienen el público, que hasta ahora ha estado tan tranquilo y parece haberse acostumbrado al invitado y lo que este implica y trae consigo. No es un final cerrado, queda una pregunta para la casa, la cual mantuvo en tensión durante toda la obra a los espectadores. Pretende con ello remover a los asistentes/lectores y sacarlos de esa tranquilidad e indiferencia que se han mantenido hasta ahora. No busca que se les enseñe a Pedro y Sara a ser igual al resto, sino que cada uno vuelva a tener una vida y una identidad y que reaccionen ante “el invitado”.

La idea central que Radrigán intenta transmitir es cómo al instalarse la dictadura, la pobreza se transformó en miseria. Los sectores postergados ahora lo estaban aún más, abandonándose hasta ellos mismos, sus vidas, su intimidad, el amor. Sin embargo, da luces de la fe que conservan para salir de este estado y volver a tener lo que alguna vez tuvieron y ser lo que alguna vez fueron. Quiere cambiar al espectador a partir de lo que ve en el escenario, por eso se realizan preguntas que dentro de la obra no se responden y que, incluso, podrían llevar al espectador a la desesperanza de no encontrar respuestas fuera del escenario tampoco.