jueves, septiembre 14, 2006

“Los Papeleros”

“Los Papeleros”
Isidora Aguirre
Acción Dramática


La obra de Isidora Aguirre, se enmarca dentro del llamado Teatro Épico, en el cual se intenta reflejar una realidad del diario vivir sobre el escenario. No sólo a través del relato de una historia, sino pretendiendo que el espectador y/o lector tome conciencia e intente revertir esta situación. Inserta en la línea social, tiene la intención de generar un cambio político. Para ello, se formula la obra, de manera tal, que no se genere una exacerbación de los sentimientos para con los personajes. Al contrario, se busca una distancia prudente para que se logre captar correctamente el mensaje que se busca transmitir.

“Los Papeleros”, muestra la indigna e inhumana subsistencia que llevan un grupo de recolectores en los años sesenta, en un basural en los suburbios de Santiago. A través de personajes claves en la historia se generan diferentes conflictos sociales, enmarcados por la pobreza y la discriminación.

El conflicto dramático está dado con la sociedad. Ya que es esta la que los aparta como un desecho más de la ciudad. Pero a su vez, es complejo, porque se da a nivel interno, de circunstancias profundas y elaboradas. Problemas como el alcoholismo, el abandono, y el conformismo, destacan en la confrontación tanto de personajes como en relación a ellos mismos.

La pobreza material en la cual subsisten, los lleva a reflejarla en su vida personal. Aquejados por la falta de apego sentimental, el desánimo por organizarse y salir de la escoria en la que viven, la mayoría de ellos se hunden aún más, sedados por el alcoholismo, que, por un lado les permite salirse de sí mismos, olvidando sus propias realidades y problemas. Por otro, los envuelve en un círculo vicioso que les impide salir de donde están.


La pobreza y el Alcoholismo

Si hay algo que impide a este grupo de recolectores salir de la vida que llevan es su adicción por el alcohol. Esta es la mayor fuerza antagonista en la obra. Desde un comienzo cuando llega el Rucio decepcionado con la falta de apoyo para formar un sindicato que les permita mejorar sus condiciones de vida, se encuentra con un grupo derrotado, sumidos en el alcoholismo. Sedados para olvidar sus propias realidades, pero condenados por esto mismo, a no poder salir adelante por la debilidad a la que están enfrentados, cada vez que pongan una copa frente a ellos. Es entonces mejor conformarse con lo poco que se les ha dado a no tener nada.

Por otro lado, se ve esta postergación social en las propias instituciones encargadas de proteger y ayudar a los más pobres. Al igual que en la actualidad, asistir a un centro de salud, termina muchas veces siendo una pérdida de tiempo que no logra generar una mejoría en los enfermos. Romilia luego de no ser atendida en el centro médico, vuelve a su casa simplemente con su muela podrida. Otro de los basureros señala que ante una dolencia la solución fue una tableta, que se repitió al momento de presentarse otro tipo de enfermedad. Entonces es de entender que para la sociedad, los basureros eran simplemente una carga extra la cual no representaba una prioridad. ¿Qué hace entonces el enfermo que no es correctamente atendido? Embriagarse y sumirse el alcohol, como sedante. Es más barato y no tienen que aguantar que los manden de un lado a otro.

El alcohol es entonces la fuerza antagónica que impide movilizar a las masas. La cual es utilizada por los poderosos para mantenerlos en sus manos, sin que estos exijan tan sólo sus derechos. El vino no les permite lograr una organización y sumidos en su alcoholismo sienten vergüenza de su realidad y se muestran sumisos ante el patrón. Sobre todo, cuando este se los hace notar.


Desapego Sentimental

La pobreza exige de cada cual vivir una realidad personal. Arreglárselas con lo poco que tienen y no aferrarse sentimentalmente a nadie. Romilia se aleja de su hijo a temprana edad, no sólo porque no se siente capacitada para cumplir su rol de madre, también porque la sociedad le ha enseñado que son los otros los que tienen que asumir responsabilidades, los que tienen que preocuparse de los pobres y de sus necesidades. Incluso son otros los que tienen que criar a sus hijos, ya que por ser pobres, nadie les ha enseñado a que tienen labores básicas que cumplir.

Cuando se reencuentran Romilia y el Tigre, se ven casi como unos desconocidos. En parte es lo que aprende el Tigre y transmite cuando obliga a la Mocha a abandonar a Lucho, que ella ha adoptado como su hijo. Sin embargo, se destaca en esta situación el rol que juega la Mocha como un cambio generacional, que logra generar afectos, incluso por un ser con el cual no tiene un lazo directo (sanguíneo), pero con el que ha surgido algo mucho más fuerte.

Es este sentimiento indestructible de la Mocha por Lucho, desconocido para el Tigre, lo que lo cautiva. De aquí en adelante juntos construirán un hogar que pretende revertir lo que pareciera estar establecido para los recolectores de basura, todo a través del vehículo del amor.


Explotadores v/s Explotados

“Los Papeleros” demuestra el alto grado de desigualdad social presente en Santiago de los años sesenta. Injusticias, se acallan a través de cosas simples y básicas como un plato de comida y un poco de vino, otorgado por el patrón. El cual dice sentir pena por los basureros, sin embargo, no es capaz de cubrir sus requerimientos básicos. Quienes, tienen el poder, manipulan a la masa ignorante, que por un lado avergonzados de su condición alcohólica y “mugrienta”, no se atreven a exigir nada. Todo es fomentado aún más por el conformismo que se da en la masa inculta y sin educación.

Es así como se dan fuerzas opuestas, en que por un lado están los explotadores, que se mantienen, porque hay un grupo humano que se deja explotar. Es contra esto que lucha el Rucio y Romilia. Si los basureros se organizaran tal vez conseguirían exigir que se cubran necesidades básicas y podrían tener una vida digna. Sin embargo, a través del tiempo se han conformado con la “limosna” del patrón, sin proyectarse en un futuro mejor.

“¡Habrá siempre explotadores, porque hay personas que se dejan explotar!”


Una Nueva Generación

Cuando ya pareciera que las cartas están tiradas para este sector social, aparece, como una luz, una nueva generación de hijos nacidos en la basura, que son concientes de dónde están y dónde no quieren estar. Tienen claro a lo que no quieren llegar, ya que sus padres se han estancado llevando estas vidas, y más allá de los consejos que les puedan dar, la realidad habla por sí sola.

El Tigre a pesar de ser abandonado a temprana edad por su madre. Rescata en la Mocha su capacidad de apego con un bebé que ni si quiera es de ella, pero en el cual refleja todos sus sueños de superación. Es por este hijo adoptado por ambos que se esforzarán por salir adelante no a través del trabajo fácil (robo, al cual se dedica en un principio el Tigre), sino con la dura labor en los basurales. Aunque constantemente se enfrentarán a las amenazas que han perturbado a sus padres y otros más viejos.

Es en ellos que la sociedad no debe fallar nuevamente y ese es el llamado de la autora a los espectadores y lectores. Ya que aunque se tenga la intención de salir adelante, si la sociedad da la espalda y no hay un sustento legal en el cual se puedan basar los más desposeídos, entonces se seguirá en el círculo vicioso de la pobreza, alcoholismo, drogadicción y el conformismo.

Es por ello que la historia queda inconclusa. Ya que “El teatro cuenta hechos, tan absurdos como son: ¡a vosotros corresponde pensar la solución!” señalan los últimos versos de la obra. Dando a entender que para cambiar la realidad expuesta no sólo basta con tomar conciencia de un cambio u observar cómo se tiene la confianza y la fe en salir adelante, sino debemos, como sociedad y fuerza opuesta, generar soluciones que den cabida a este deseo.